No es habitual que un periodico generalista como el New York Times se ocupe de las reuniones de la American Economic Association (AEA). Sin embargo, hoy publica un articulo sobre la reunión de este año, cuya conferencia inaugural corre a cargo de su presidente, George A. Akerlof. Aunque habrá que esperar a que se publique la American Economic Review para leer completamente el texto de su reciente conferencia, el periodico nos avanza bastantes cosas.
Akerlof, nacido en 1940, se licenció en la Universidad de Yale y se doctoró en el M.I.T. Actualmente es profesor de economía en la Universidad de Berkeley (su mujer ocupó puestos importantes en la administración Clinton y es presidente del Banco de la Reserva Federal de San Francisco, mientras que su hijo está doctorándose en la Universidad de Harvad).
En el año 2001 recibió el premio Nobel de Economía, junto con los profesores Michael Spence y Joseph E. Stiglitz, "por sus análisis de los mercados con información asimétrica", y es que hace ya más de tres décadas que Akerlof publicara su influyente artículo "The Market for Lemons: Quality Uncertainty and the Market Mechanism", (Los "limones" son los vehículos de segunda mano, los "cacharros"). En este artículo, proponía un modelo de información asimétrica para definir el mercado de automóviles de segunda mano ("cacharros" o lemons) caracterizado por una asimetría entre el vendedor del coche (que conoce la calidad de su vehículo) y el comprador, que sólo puede observar el precio al que se vende, pero que desconoce el estado en que se encuentra. Esto dificulta enormemente la posibilidad de intercambios, pudiendo darse el caso extremo de que no llegue a existir un mercado. El problema reside en que los propietarios de coches de mala calidad intentarán hacer pasar sus vehículos por otros que se encuentran en buen estado. Al no poder diferenciar las calidades, los compradores pueden llegar a no realizar las transaccaiones.
El interés del New York Times es que en la conferencia que ha pronunciado ante la AEA presenta su visión opuesta a la del influyente Milton Friedman, que en 1968, y en la misma reunión marcó las posteriores generaciones de economistas. Para Akerlof, la aproximación de Friedman se basa en asunciones falsas sobre el comportamiento del ser humano. Como resultado, se obtienen teorías y políticas engañosas.
Logicamente, esta postura se enfrenta a un debate considerable, y lo que para Akerloff es "engañoso" para otros economistas es "una fricción del mercado". En cualquier caso, no es más que una prueba del creciente debate sobre la eficiencia (o no) de los mercados, el papel que desempeña la información, y la influencia del comportamiento del ser humano.
Fuentes:
- "Encouraging More Reality in Economics", The New York Times - January 6, 2007
- Biografía de Akerlof
- Akerlof, G. (1970): "The market for ‘lemons’: qualitative uncertainty and the market mechanism", Quarterly Journal of Economics, vol. 84, 488-500
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