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20 octubre, 2008

Algunos consejos para el mercado actual

Tras constatar que los planes de pensiones estadounidenses habrían perdido el 20% en los últimos 15 meses, Business Week se pregunta por el rendimiento esperado de la renta variable y la renta fija. Para ello, condensa una conversación con Jack Bogle, fundador del gigante Vanguard Group que gestiona fondos de inversión por un importe superior al billón de dólares. y el catedrático de la Universidad de Boston Zvi Bodie, autor de varios manuales de finanzas muy empleados en las universidades americanas.

Diversificación
Para Jack Bogle, lo importante es la diversificación. En su opinión, se deben adquirir fondos indexados de renta variable (gestión pasiva) al tiempo que una proporción de capital, equivalente a la edad del inversor, debe invertirse en renta fija. Afirma que así iniverte el.

Por otro lado, indica que en los últimos tiempos se está hablando mucho de diversificación internacional (es decir, fuera de USA) y ello conlleva una cierta sobrevaloración de esos mercados. La consecuencia es que desde máximos de 2007 el mercado americano (S&P500) ha caído menos que los mercados internacionales (MSCI). En todo caso, Bogle afirma que el personalmente no está invirtiendo fuera de USA (obviamente, un inversor español debe tener en cuenta el efecto del tipo de cambio).

Por su parte, Bodie afirma que la mejor forma de invertir en mercados emergentes como China es hacerlo a través de empresas nacioanles que tienen intereses directos en esos países, puesto que el porcentaje del capital cotizado de las empresas Chinas es muy pequeño, y por tanto está sobrevalorado.

En todo caso, Bodie diferencia entre diversificación (adquisición de varios activos con riesgo no correlacionados perfectamente) y aseguramiento o cobertura (adquisición de activos sin riesgo como los TIPS -renta fija ligada a la inflación-, que por desgracia no existen en España).

Bodie señala que un modo de proteger el patrimonio es combinar una cartera diversificada de activos con riesgo y el activo seguro. Recalca que en las universidades americanas se enseña que únicamente se necesitan dos fondos de inversión, el que representa activos con riesgo y el que representa el activo seguro, para obtener todas las posibles combinaciones de rentabilidad-riesgo.

Costes
Además, debe hacerse con el mínimo coste, aunque en ese caso un montón de personas inteligentes de Wall street dejarán de cobrar altos honorarios, por lo que ponen delante del inversor toda serie de artificios, ninguno destionado a mejorar la riqueza del cliente final.

Bogle apoya esa reflexión y destaca lo que supone un diferencial del 1% o 2%, debido a los costes, en la rentabilidad acumulada final. Un euro durante 50 años al 5% anual genera un valor final de 11,47 euros, pero al 3% únicamente generaría un valor final de 4,38 euros. Parece que hay muchos inversores dispuestos a entregar ese diferencial de más de 7 euros a los gestores. Por eso Bogle ha tratado de persuadir a los gestores activos para que realicen gestión pasiva de costes bajos, aunque señala que el porcentaje de fracaso en su tarea de persuasión ronda el 100%.

Afirma que el motor principal del crecimiento de Vanguard se debe a la gestión pasiva, aunque en la última década el mayor crecimiento global se ha producido en ETF's, productos que se compran y venden con frecuencia, sin pensar en el largo plazo.

Commodities
Con respecto a las commodities, Bogle resalta que es necesario comprender que tanto la renta fija como las acciones tienen una rentabilidad intrínseca: intereses y dividendos. Sin embargo, con las commodities estamos apostando únicamente por la revalorización de los precios. Por tanto, pueden ser útiles para diversificar, pero no para generar tasas de rentabilidad anual a largo plazo del 7% u 8% como proporcionan las acciones.

Riesgos
Con respecto a los riesgos, Bogle señala que se puede controlar el riesgo pero no la rentabilidad, aunque se pueden hacer estimaciones razonables. Existe una alta probabilidad de que la rentabilidad anual de la renta fija para la próxima década ronde el 4,5%-5%, y de que la rentabilidad de las acciones se sitúe en el 8,5% (2,5% de dividendos más 6% de crecimiento en beneficios).

La volatilidad debería ignorarse dado que, en la medida en que se posean empresas que perduren en el tiempo y repartan dividendos, los accionistas recibirán esos flujos.

Para Bodie es importante tener presente el "Capital Humano" (entendido como seguridad y estabilidad laboral y retributiva). Si el capital humano es seguro, entonces el financiero debería invertirse en acciones a una edad temprana para ir incrementando la proporción de activos seguros a medida que se envejece. Cuando el capital humano tiene riesgo, entonces debería invertirse mayor porcentaje (incluso todo) en activos seguros.

17 octubre, 2008

Inversión a largo plazo y el efecto de los Dividendos

Uno de los aspectos más olvidados, y en cierto modo despreciados, en la inversión bursátil es el efecto que tienen los dividendos, especialmente a largo plazo.

Estamos acostumbrados a comparar la rentabilidad de las carteras con la evolución del índice de mercado, que, en el caso de nuestra bolsa, suele ser el IBEX35. Sin embargo, esas comparaciones esconden una realidad que a largo plazo deja ver sus efectos: los divendos. Y es que el IBEX35, como la mayoría de los índices, no recoge los flujos intermedios que las empresas entregan a sus accionistas y por tanto no tiene en cuenta los dividendos. Dicho de otro modo, a los precios actuales estamos obviando que la rentabilidad por dividendo de Telefónica, Santander, BBVA, Iberdrola y un largo etcétera supera el 5%.

Si graficamos el IBEX35 desde su creación y el IBEX35 con dividendos (datos oficiales de la Sociedad de Bolsas) hasta el último dato disponible (30/09/08) llegamos a la conclusión de que, aunque el IBEX35 está en niveles del año 2000, al tener en cuenta el efecto de los dividendos, estaríamos en niveles de 2006.... ¿cuál será el motivo de que los fondos de inversión en sus fichas comerciales utilicen el IBEX35 y no el IBEX con dividendos?


11 octubre, 2008

BusinessWeek avisa: el próximo cataclismo puede ser la deuda por las tarjetas de crédito

Según informa el semanario en un articulo fechado el 9 de octubre, el sector financiero estadounidense tiene 950.000 millones de dólares en deuda de tarjetas de crédito, deuda que en su mayoría es tóxica.

Ello afectaría especialmente a JP Morgan Chase y a Bank of America, que de momento se han librado de los efectos causados por las hipotecas, pero son los que mayores emisiones de deuda respaldada por tarjetas de crédito han realizado (JP Morgan tiene 155.000 millones, Bank of America 153.000 millones y Citigroup 151.000 millones). Desde finales del año pasado, los grandes bancos se están preparando para evitar lo peor llegando a acuerdos con los prestatarios con problemas.

Sin embargo, en el articulo se afirma que algunos bancos y empresas emisoras de tarjetas de crédito están exacerbando los problemas al incrementar los tipos de interés de las tarjetas para impulsar los beneficios corporativos. Innovest estima que los emisores tendrán 41.000 millones de deuda tóxica este año y 96.000 millones en 2009.

Estas pérdidas pueden terminar dentro de los 365.000 millones de dólares que componen el mercado de activos titulizados de deuda de tarjetas de crédito. Al igual que con las hipotecas, las entidades financieras titulizaron esa deuda y la vendieron a grandes inversores como hedge funds, planes de pensiones y fondos de inversión. Los grandes emisores se desprendieron de aproximadamente el 70% de su cartera de deuda por tarjetas de crédito.

Pero cada vez es más dificil para los emisores encontrar compradores para esa deuda, lo que se traduce en incrementos en los tipos de interés que pagan dichos activos, y cada vez se pone más dinero como colateral (garantía en caso de que algo vaya mal con los títulos emitidos).

Obviamente, el mercado de tarjetas de crédito es pequeño si se compara con los 11.9 trillones de dólares que supone el mercado hipotecario, pero las pérdidas pueden ser tan o más dolorosas, debido a que la mayoria de la deuda de tarjetas de crédito no tiene un respaldo. Es decir, los consumidores no tienen que hacer pagos cuando abren sus cuentas, y en caso de que dejen de hacer los pagos mensuales no existen activos que se puedan recuperar, como en el caso de las hipotecas, en que al menos existe un activo físico, el inmueble, detrás de la deuda.

Por si esto fuera poco, las "subprime" también amenzan a las tarjetas de crédito. Los prestatarios en riesgo, con baja calificación crediticia, suponen el 30% de la deuda de tarjetas (en el caso de las hipotecas, son el 11%). Más del 45% de la cartera de tarjetas de Washington Mutual es subrpime, de acuerdo con Innovest. Esto se podría convertir en un quebradero de cabeza para JP Morgan, quien, a finales de septiembre, acordó comparar el negocio de tarjetas de crédito y otros activos de Washington Mutual por 1.900 millones.

Las pérdidas por tarjetas de crédito ya están erosionando los balances. El 6 de octubre, el segundo mayor emisor después de JP Morgan, Bank of America, reveló que aproximadamente 3.000 millones de su cartera de 184.000 millones eran problemáticos, lo que supone un aumento del 50% con respecto al año pasado. Al mismo tiempo, en medio de la crisis financiera, el banco afirmó que recortaba el dividendo en un 50% y realizaba una ampliación de capital por importe de 10.000 millones.

Asimismo, American Express, que abastece a los prestatarios más ricos, elevó sus provisiones por pérdidas en tarjetas de crédito pérdidas de 810 millones a 1.500 millones en el último trimestre, una señal de que incluso los consumidores con mayores ingresos están teniendo problemas.

Los reguladores están tratando de frenar algunas prácticas abusivas como limitar las subidas de tipos de interés, suprimir determinadas tasas, y luchar contra cuestionables prácticas de facturación. Es probable que a comienzos del próximo año se voten nuevas leyes. Pero puede ser tarde.

El articulo termina avisando de que podemos entrar en un circulo vicioso:
A medida que los emisores de tarjetas incrementan los tipos de interés más consumidores se retrasan en sus pagos, lo que afecta a los emisores. Un responsable de Innovest afirma:"Vamos a ver bancos afectados masivamente"

Fuente: BusinessWeek

07 septiembre, 2008

ETFs: Rentabilidad por Dividendo

El lunes 8/09/2008 varios ETFs de Lyxor reparten dividendos. En base a la última cotización previa al reparto, destaca la rentabilidad por dividendo del Lyxor ETF Dj Stoxx Select Dividend 30 (7,06 %), el Lyxor ETF Msci Emu Value (4,20 %) y el Lyxor ETF Dj Stoxx 600 Banks (4,97%).

Cuando se realiza la comparación ETFs vs. Fondos es necesario tener en cuenta estos flujos que reciben los tenedores de ETFs puesto que los Fondos de Inversión ya incorporan los dividendos...

03 septiembre, 2008

ETFs y Fondos de Inversión

Uno de los debates más importantes, trascendentes y antiguos en finazas versa sobre la eficiencia o ineficiencia del mercado. Resumiendo mucho, bajo la optica del mercado eficiente, las cotizaciones reflejan los flujos que se espera, genere la empresa en el futuro, y descontados con una tasa de riesgo apropiada que refleje, tanto el riesgo de la empresa como el riesgo del mercado, y todo ello condicionado a la información disponible en el momento presente. Este ultimo matiz es importante porque, dado que la información llega al mercado de forma imprevista y aleatoria, las cotizaciones tienen un componente aleatorio (matemáticamente estaríamos ante martingalas y movimientos Brownianos, los pilares básicos de toda la formulación para obtener los precios de los derivados).

En este contexto, los defensores del "mercado eficiente" afirman que no es posible obtener rendimientos superiores al mercado, ajustados por riesgo, de forma persistente en el tiempo...

Personalmente no lo tengo claro. Pero, a modo de ejercicio, es interesante comprobar los pobres resultados que generan los fondos de inversión. Fondos que ademas se comparan con indices engañosos: los fondos de inversión contienen cobros por dividendos y deducen comisiones. El IBEX35, y en general, los indices utilizados, no tienen en cuenta los dividendos. Y pese a todo muchos fondos no superan a sus indices.

¿Por que pagar a unos gestores que, aun quedandose con los dividendos, no obtienen unos rendimientos suficientes para compensar las comisiones que cobran?

Frente a la gestión activa disponemos de la gestión pasiva. Y me gustaria llamar la atención sobre los ETFs. En estos ultimos tenemos que considerar los gastos de compra/venta y custodias como si de una acción se tratara. Pero además, hay que tener en cuenta que pueden pagar dividendos. Por ejemplo, el Accion Ibex 35 ETF tiene una rentabilidad por dividendo que ronda el 4% (en 2008: 0,4655 euros por titulo, dividido en dos pagos, febrero y agosto). Más que suficiente para compensar los gastos de compra/venta, custodias y añadir algo de rentabilidad para superar ligeramente al IBEX35...

10 junio, 2008

La medición del Comportamiento de los Fondos de Inversión (II)

En el anterior comentario analizábamos cómo se cuantifican los resultados de los fondos de inversión, y mostrábamos los conceptos "alfa" y "beta". Desde un punto de vista matemático, “Alfa” captura todo aquello que “Beta” es incapaz de reflejar. Si todo el riesgo está recogido en Beta, entonces Alfa es un indicador de la buena o mala gestión del fondo, pero, ¿realmente funcionan las Betas (por tanto, las Alfas)?.

La investigación de los años 90 ha arrojado unos resultados abrumadores sobre la incapacidad de la Beta para medir el riesgo (por tanto, de la inutilidad del alfa para medir la gestión). Destacan especialmente los trabajos de Fama y French, donde demuestran que las Betas no tienen en cuenta todo el riesgo, encontrando que se debería considerar el mayor riesgo asociado a la inversión en empresas pequeñas frente a empresas grandes – factor SMB – y el mayor riesgo asociado a las empresas de “Valor” (bajo ratio Precio/Valor Contable) frente a las de “Crecimiento” (alto Precio/Valor contable) – factor HML –. Por otra parte, diversos investigadores demostraron la existencia de un efecto “Momentum” – factor MOM –, documentado inicialmente por Jegadeesh y Titman (1993), consistente en que las empresas que han tenido un mejor comportamiento en los últimos 6-12 meses (tomadas en su conjunto), continúan con ese mejor comportamiento, y viceversa.


Combinando todos estos factores de riesgo, surge una nueva “alfa”, mejor que el alfa de Jensen, y que trata de aislar la actuación del gestor, una vez que se elimina el efecto del riesgo de mercado, del tamaño de las empresas, del riesgo asociado al valor vs. crecimiento y del asociado al momentum.

Hacia una mejor definición del riesgo: El modelo de Carhart (1997)


En su influyente investigación sobre el mercado americano (1974-1994) Carhart concluye que, en conjunto, los fondos de inversión no tienen una persistencia significativa de buenos resultados.

Obviamente, también se podría argumentar que hay más factores de riesgo no capturados por las respectivas betas, y que quedan recogidos en el alfa. Cierto, y siempre estamos ante la misma cuestión, ¿cómo evaluar el riesgo?.

Por eso, cuando observamos la cifra de “Alfa” positiva en una ficha comercial de un fondo de inversión deberíamos hacernos cuatro preguntas:

  1. ¿Cuál es el R2?
  2. ¿Cuál es el índice de referencia elegido?
  3. ¿Qué alfa han calculado? (CAPM/Jensen, Carhart…)
  4. ¿Sirve para medir la buena o mala gestión del fondo?


Lecturas recomendadas:

Carhart, Mark M (1997): "On Persistence in Mutual Fund Performance" Journal of Finance (American Finance Association), vol. 52(1), pages 57-82, March.

Fernández, Pablo, Carabias, Jose Maria and de Miguel, Lucia, "Rentabilidad de los Fondos de Inversion en España: 1991-2006" (May 24, 2007). Available at SSRN: http://ssrn.com/abstract=982821


07 junio, 2008

La medición del Comportamiento de los Fondos de Inversión (I)


“El que busca la verdad corre el riesgo de encontrarla” (Aristóteles)

Uno de los aspectos que durante más tiempo ha ocupado a profesionales, inversores e investigadores es cuantificar los resultados que obtienen los fondos de inversión. La cuestión no es trivial, dado que no tendría mucho sentido pagar jugosas comisiones a gestores incapaces de obtener mejores resultados que la simple inversión pasiva, esto es, inversión replicando a un índice.

Pero obtener mejores resultados que un índice no es suficiente. Además, es necesario obtenerlos con menores riesgos. Sin embargo, ¿cómo cuantificar el riesgo?. He aquí el gran nudo gordiano que enfrenta dos posturas antagónicas en el ámbito científico: los mercados, ¿son o no son eficientes?; los gestores ¿baten al mercado o no lo baten?.

Sin entrar en cuestiones relativas a la eficiencia, si que conviene aclarar algunos aspectos que con frecuencia son malentendidos tanto por inversores como por profesionales.

En muchos informes de fondos aparece el “Alfa” como elemento diferencial y justificador sobre la buena inversión del fondo. Sin embargo, ¿es realmente un indicador fiable?

Aclaremos algunos puntos.

¿Cómo se obtiene el Alfa?. Partiendo de la hipótesis de que un fondo tiene más o menos riesgo si sus oscilaciones son mayores o menores que las de su índice de referencia[1], surge la Beta (es decir, la sensibilidad de los movimientos del fondo con respecto al índice de referencia), y el Alfa, es decir, la rentabilidad del fondo no explicada por la Beta (no relacionada con los movimientos del índice).

Pero en realidad, no estamos teniendo en cuenta un aspecto esencial: el coste de oportunidad. Es decir, lo que nos interesa no es que un fondo obtenga mejores resultados (rentabilidad) que un índice, sino que lo realmente interesante es la diferencia de rentabilidad que se obtiene con respecto al activo libre de riesgo, tanto por parte del fondo como por parte del índice. Surge así el Alfa de Jensen, que es el que, al menos inicialmente, debería utilizarse en la evaluación de los resultados del fondo (aunque cuando observamos un informe comercial no sabemos exactamente cómo están calculando el alfa):


En esta definición es importante tener en cuenta el R
2 que nos indica lo fiable que son los valores alfa y beta obtenidos. R2 oscila entre 0 y 1, donde 1 es el 100% de capacidad explicativa de alfa y beta, y 0 es el 0% (por tanto, en caso de 0, los valores alfa y beta no explican absolutamente nada de la Rentabilidad del fondo o del diferencial de rentabilidad).

Todos los estudios realizados en los últimos 50 años ponen de manifiesto la importancia del índice de referencia elegido. Es decir, ¿con qué estamos comparando el fondo?. Lo lógico seria comparar el fondo con un índice que contenga los activos en los que invierte dicho fondo (por ejemplo, un fondo que invierta en la bolsa española debería compararse con el Ibex 35 o con el IGBM, pero no con el MSCI Europa).

En un próximo comentario profundizaré sobre el concepto "alfa" y su utilidad...




[1] algunos ponen en cuestión esta definición de riesgo y elaboran medidas asimétricas de riesgo, donde solo se tienen en cuenta las desviaciones negativas, pero son minoritarios y no es la práctica habitual



21 enero, 2007

Los fondos de inversión libre

Desde hace unos meses los fondos de inversión en nuestro país están sufriendo cambios importantes. Una de las novedades es la comercialización de los denominados fondos de inversión “alternativa”, también llamados de inversión “libre” o “Hedge Funds” en terminología anglosajona.

Un fondo tipo “Hedge” no es un fondo convencional que realiza estrategias de inversión a corto/largo plazo en acciones o renta fija. En sentido estricto, estos fondos emplean estrategias alternativas tratando de aprovechar diversas situaciones del mercado financiero, como por ejemplo:
  • Vendiendo corto, con la expectativa de que el mercado caerá. Es decir, vendiendo acciones sin tenerlas, esperando recomprarlas en una fecha futura a un precio más bajo.
  • Buscando explotar ineficiencias de precio en títulos valores que tengan una relación entre sí.
  • Negociando con productos derivados y empleando fuertes apalancamientos

Por tanto, son fondos que no están vinculados a un índice en particular y que, en teoría, podrían obtener importantes revalorizaciones tanto en mercados alcistas como bajistas.

Pero antes de contratar estos productos financieros es conveniente leer la letra pequeña, básicamente por dos razones. La primera es que la experiencia en Estados Unidos no proporciona una evidencia clara de que permitan obtener grandes revalorizaciones con mínimo riesgo. Una reciente investigación de Asness, Krail y Liew (AQR Capital Management*) pone de manifiesto que muchos Hedge Funds mantienen combinaciones de activos con diferentes niveles de liquidez y por tanto, con precios asincrónicos. Dicho en otras palabras, si un activo financiero no se negocia en un mercado organizado con muchos oferentes y demandantes y con fácil y rápido acceso a la información, los precios de dicho activo financiero pueden estar sobrevalorados o infravalorados, y por tanto, los resultados de los Fondos de Inversión pueden llevar a confusión.

La segunda es que las gestoras españolas parece que se decantan por la modalidad Fondos de Fondos. Es decir, los primeros fondos de inversión libre son fondos que, a su vez, invierten en otros fondos Hedge. Esto tiene la ventaja de que el partícipe español estaría invirtiendo en combinaciones de Hedge gestionados por profesionales con amplias trayectorias pasadas en países donde llevan muchos años de experiencia, pero tiene el inconveniente de que se incrementan las comisiones. Y es justamente eso, las comisiones, lo que las investigaciones realizadas parecen indicar como elemento determinante a la hora de evaluar si el rendimiento neto de una cartera maximiza la rentabilidad y minimiza el riesgo.

(*) Asness, Clifford S., Krail, Robert and Liew, John M., "Do Hedge Funds Hedge?" (May 2001). Available at SSRN: http://ssrn.com/abstract=252810

06 enero, 2007

Evidencia Empírica de los Fondos de Renta Variable Españoles

Muchas veces se debate sobre si se puede o no se puede obtener mejores resultados que el conjunto del mercado. Pues bien, hace algún tiempo, los profesores Palacios y Alvarez publicaron un estudio sobre los resultados de los fondos de inversión españoles para el periodo 1992-2001, arrojando unas interesantísimas conclusiones.

En su trabajo se proponían comparar los resultados de dos muestras de fondos con los del índice de la bolsa en el período indicado, llegando a las siguientes conclusiones:

1) la bolsa española se ha comportado como un mercado eficiente para los gestores de los fondos de inversión. No hay ninguna evidencia de que los fondos hayan sido capaces de superar la rentabilidad del índice de bolsa en los últimos diez años. La rentabilidad anual obtenida por los partícipes ha sido muy inferior a la de la bolsa

2) la media de las comisiones anuales de gestión y de depósito fue del 2,41% en los últimos cinco años. Estos gastos son altos después de ver los resultados obtenidos. Los fondos que cobran mayores comisiones no consiguieron mejores resultados antes de gastos que los que aplican comisiones más bajas

3) aun después de tener en cuenta el ajuste por riesgo y los gastos de gestión, la diferencia entre el índice y los fondos fue de 4,10 puntos de rentabilidad anual en los cinco últimos años. Las comisiones de negociación y los desaciertos en la política de inversión parecen ser la causa. Este resultado es inesperado y sorprendente. En un mercado eficiente, esta diferencia debería ser próxima a cero y, por su naturaleza y magnitud, merece una investigación posterior, y

4) no se ha podido apreciar ninguna consistencia en los resultados de los fondos a lo largo del tiempo. Este resultado también es coherente con un mercado eficiente.

Ante estas conclusiones, el inversor debería preguntarse si puede batir al mercado, o si realmente lo que hace es lograr mejores resultados asumiendo más riesgos...

05 enero, 2007

Fondos de Inversión: Gestión Activa frente a Gestión Pasiva

Una de las formas más habituales de ahorrar es mediante los Fondos de Inversión. Todas las entidades financieras disponen de amplias gamas de este tipo de productos financieros que ofrecen a sus clientes como una forma más de vincularlos (se empieza con la nómina y las tarjetas, se continua con la hipoteca y se termina con los fondos de inversión y los planes de pensiones). No obstante, el inversor debería evitar invertir en estos productos como quien compra acciones o bonos. Obviamente, no es lo mismo el fondo comercializado por la entidad A que el de la B, y el tener la nómina en A no debería excluir comprar fondos de B. Lo deseable sería hacer un cuidadoso estudio de riesgo que puede asumir y de los diferentes fondos comercializados, para construir una cartera de activos (fondos, acciones, depósitos, ...) y tener una rentabilidad-riesgo adecuada a sus preferencias.

Si nos centramos en los fondos de inversión, las clasificaciones y subclasificaciones pueden volvernos locos. Al final, un fondo no es más que una cartera de activos diversificada, y gestionada por profesionales. Imaginemos que hemos decidido invertir en renta Variable pura, y más concretamente, en Europa. ¿Cómo elegimos un fondo?

Quizás lo más importante sea responder a la siguiente pregunta: ¿creemos que los gestores pueden batir al conjunto del mercado?...
En general, las estrategias de Selección de Carteras (por tanto, de gestión de fondos), suelen distinguir dos “filosofías” contrapuestas de gestión:

1. La Gestión “Activa”, que se caracteriza por ser proactiva, es decir, por basarse en predicciones que tratan de anticipar los movimientos del mercado, por encima del consenso general, para aprovecharse de ellos, y

2. La Gestión “Pasiva”, que se caracteriza por ser reactiva, es decir, por acomodar las decisiones de gestión a las previsiones generalmente aceptadas por el mercado, más que a la búsqueda de oportunidades por explotar.

Mientras que una gestión “activa” se caracterizaría por un proceso continuado de “reajuste” de la cartera, tratando de aprovechar en todo momento las posibles “oportunidades” del mercado, una gestión “pasiva” se caracterizaría por un proceso con “énfasis” en el mantenimiento de la cartera, sobre la base de la no existencia de dichas “oportunidades”, las cuales se descontarían “instantáneamente” en un mercado “eficiente”.

Dicho en otras palabras, un Gestor Pasivo se limitaría a replicar el índice (para lo que ni siquiera hace falta saber mucho de finanzas, por lo que las comisiones son mucho más bajas que los de gestión activa), mientras que un Gestor Activo trataría de vencer al conjunto del mercado mediante la selección de valores (stock picking).

La gran contradicción es que la mayoría de los fondos de inversión de renta variable, aunque digan lo contrario, tienen un gran componente de gestión pasiva (incluyendo las altas comisiones de gestión...)

12 noviembre, 2006

Los gestores de Hedge Funds en Estados Unidos


Aunque novedosos en España, los Hedge Funds están de moda en Estados Unidos. Incluso una gestora, Fortress Investment, ha lanzado una OPV para salir al mercado y con la que espera obtener 750 millones de dólares. En palabras de Floyd Norris, corresponsal jefe de la sección financiera del New York Times y del International Heral Tribune, "cuando los gestores inteligentes quieren vender su participación sobre los beneficios futuros, se puede sospechar que los buenos tiempos no durarán para siempre".

08 noviembre, 2006

Primer Hedge Fund autorizado por la CNMV

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha aprobado el primer fondo de inversión libre (Hedge Fund) de España, un fondo de tipo solidario gestionado por BBVA. El objetivo de este tipo de fondos de inversión es obtener rentabilidades absolutas, independientemente de lo que hagan los mercados, para lo cual utilizan diversos instrumentos de mayor o menor riesgo, como los derivados, el arbitraje o el apalancamiento.

10 octubre, 2006

Hedge Funds y los peligros del apalancamiento

Según publicaba Cinco Días el pasado 21 de septiembre, algunas inversiones en hedge funds de grandes bancos de inversión podrían haber sufrido pérdidas debido al desplome del fondo de alto riesgo Amaranth, que ha perdido 4.600 millones de dólares en septiembre (unos 3.600 millones de euros) por la fuerte caída del precio del gas natural.

Morgan Stanley, Credit Suisse, Bank of New York, Deutsche Bank y Man Group tienen fondos de fondos que tenían inversiones en Amaranth con fecha 30 de junio. El fondo Goldman Sachs Dynamic Opportunities, con base en Londres, reportó el martes que ha registrado pérdidas en una inversión cuya descripción se asemeja a Amaranth. La gestora anunció ayer que ha alcanzado un acuerdo para traspasar sus inversiones en energía a un tercero del que no ha desvelado el nombre.